LA GÜILA DEL SEÑOR

 

Las comunas de Tumbaco celebran el Colla Raymi con rogativas a sus santos preferidos y suben el Ilaló para pedir lluvias para sus sementeras.

 

Gerardo Simbaña, dirigente comunitario de la Comuna La Tola Chica, nos explica que el Ilaló, cerro que divide el valle de los Chillos y Tumbaco, forma parte de la alineación  simbólica del Pueblo Quitu Cara, según el reloj solar de Cochasquí.  Para los pueblos indígenas el Ilaló es un monte sagrado que en las mañanas es iluminado por los rayos del sol. Por eso, Ilaló se deriva de las palabras preincaicas: Ila= Luz y Lo que es cerro, Cerro de Luz.  Al rededor de este montecito, en el territorio de  Tumbaco existen 4 comunas: La Leopoldo Chávez, La Central, La Tola Grande y la Tola Chica.

 

En cuanto al árbol de la Güila del Señor, es una historia viva que tiene una edad de 800 años, este arrayán dulce de hojas delgadas es uno de los más antiguos que hay en el Ilaló.  Es uno de los árboles que se salvaron desde la colonia, porque en la etapa republicana, arrasaron con la vegetación para hacer carbón y vender en la ciudad.

 

En la década de los 60s hubo una sequía a nivel nacional que se iban perdiendo los cultivos, entonces las personas de las Comunas Leopoldo Chávez y la Tola Chica con sus respectivos Santos, el Señor de los Milagros  y San Francisco empezaron a realizar las famosas “Rogativas” hasta la Güila del Señor. Con el tiempo este evento se convirtió en una celebración popular ya que después de la misa compartían comida y bebidas.

 

Algunas personas dicen que el Señor de los Milagros se apareció en el sitio de la Güila del Señor, al respecto, Gerardo nos dice que eso es un intento de recrear la realidad que se construye desde nuestros antepasados y eso es muy respetable.

 

Para los pueblos indígenas, las fiestas de la cosecha en el Inti Raymi es en honor del sol por lo que representa el género masculino; mientras que, el Colla Raymi son las fiestas de la siembra, es fertilidad de la tierra, lo femenino.

 

En estas celebraciones la presencia de los ”yumbos”, indígenas vestidos de blanco, adornados con con coronas de plumas y collares de conchas y churos, son significativas ya que participan en las rogativas hasta la cima del Ilaló, la misa y el bautismo de los nuevos comuneros. Ellos son el símbolo de nuestro mestizaje,  combinando los ritos ancestrales con las costumbres  de origen español.

 

Escrito por: Ernesto Ortega

DESCUBRIENDO A IVAN EGÜEZ

 

El pasado viernes 13 de abril, un grupo de estudiantes de Periodismo Comunitario del Consejo Provincial de Pichincha, visitaron al escritor Iván Egüez en su casa museo que funciona como un Centro Cultural.  El edificio de estilo neo colonial tiene un hermoso patio central con murales azulados y cuadros de Pavel, hermano de Iván.

 

El autor los recibió con un saludo de bienvenida. Los alumnos tomaron asiento e hicieron preguntas sobre la obra “Sonata para sordos” y otros temas literarios. El novelista relató que los acontecimientos, los lugares y algunos de los personajes de la obra eran reales; pues, coincidieron con su retorno de Barcelona, el movimiento indígena, un paro de taxistas,  la dura represión a los manifestantes, el Museo de Instrumentos Musicales del la Casa de la Cultura y su guía, Islandia.

 

Sin embargo, a través de sus respuestas, Iván ilustraba sobre el proceso de creación, donde la inspiración es solo una pequeña parte; no obstante, ella es la que crea la motivación, la emoción de escribir. Describió cómo los elementos van tomando forma paulatinamente y los personajes adquieren propia vida, que a veces se van de las manos del escritor.

 

Pero es necesario cuidar que los hechos narrados guarden una coherencia interna, una afinidad con la ficción, ya que ella es una guía que evita falsear la seudo-similitud y permite lograr que la historia dé la sensación de realidad.

 

En el proceso de la invención, todo puede ser válido, pero el sentido común recoge lo que es apropiado. El resultado es como el elixir del escritor, quien reivindica así su condición de creador.

 

En conclusión, los asistentes coincidieron en que la entrevista al novelista Iván Egüez fue un incentivo sumamente valioso en la formación de los alumnos de Periodismo Comunitario.

 

Escrito por: Ernesto Ortega

CELEBRANDO CON LA LEOPOLDO N CHÁVEZ

 

Para algunas personas, especialmente de la ciudad, comuna podría ser un término desconocido; sin embargo, es una forma de organización social de nuestras comunidades que se remonta a tiempos prehispánicos.  Uno es estos colectivos que se identifica como descendiente de la nación Kitu-Kara es la comuna Leopoldo N Chávez de Tumbaco que este mes celebró su 77 aniversario como institución legalmente reconocida por el estado ecuatoriano.

 

Ubicada al noreste de las faldas del Ilaló, fue originalmente conocida como Rumihuayco (quebrada de piedra) hasta 1943 cuando cambió su nombre al de Leopoldo N Chávez, en honor a un ilustre maestro ecuatoriano que ayudó a este vecindario a lograr su registro legal.

 

Su Presidente, el Sr Wilson Amaguaña, estima que estas fiestas tienen el propósito de que la gente se integre con sus tradiciones, cultura y el rescate de los valores. Son parte de su identidad y se han celebrado por generaciones. Este año, las festividades comenzaron el 21 de abril  e incluyeron la Novena al Señor del los Milagros, la elección del Reyna, Desfile de la confraternidad, y eventos artísticos que culminaron el 13 de mayo con la bendición de la nueva cubierta de la capilla, una Misa y  procesión con el Patrono de la comuna. Como coincidió esta fecha con el Día de las Madres, se celebró con banda, orquesta y disco móvil para deleite de los moradores e invitados.

 

El Presidente explica que la comuna trabaja en un Plan de turismo comunitario que promueve las rutas del Ilaló a los turistas extranjeros y nacionales. Considera que es indispensable el apoyo de los moradores a las autoridades que trabajan por el bienestar de los comuneros.  Y como mensaje final, pide que se mantenga la herencia de las tierras que fueron logradas con la lucha y sacrificio de los ancestros, manteniéndolas dentro de las familias y no cediéndolas a desconocidos.

 

Es grato celebrar a  instituciones como las comunas donde la tierra todavía es considerada como propiedad colectiva que está conectada con las tradiciones y valores de nuestros  pueblos.

 

Escrito por: Ernesto Ortega

LA CRUZ NUEVA DEL VIERNES SANTO

 

Eran las diez y la mañana estaba espléndida. Subí apresurado por la cuesta hacia la plaza de San Francisco, donde se congregaba la multitud esperando pacientemente que comience la procesión del Viernes Santo. Crucé decidido hacia el lugar donde reposaba una docena de cruces de madera de enormes dimensiones.

 

Allí, Néstor Guerra, un joven delgado y de tez morena me dice que él cargará la gran cruz,  un árbol fresco de unos 5 metros  que había sido cortado el día anterior de los bosques de Zámbiza.  El travesaño tenía la altura de unos 2,50 metros, lo que le daría un peso aproximado de unos 10 quintales. Es asombroso que alguien cargara algo así,  pero tiene a sus amigos y familiares que le ayudarán a hacerlo.

 

Néstor tiene 28 años y  dos niños; se dedica al reciclaje en una estación de El Inca, aunque  es vecino de La Tola. Él participa desde niño en la procesión de Jesús del Gran Poder, acompañando a Washington, su padre,  quien cargaba la cruz. Desde hace 8 años, él lo hace en reemplazo de su papá que falleció. “Es una tradición familiar” –dice- mientras viste la túnica blanca y se coloca una peluca color castaño que le asemejará  a Jesús. Luego se acomoda una flamante corona de espinas, también recogida del bosque. Sus cuatro “samaritanos” se han vestido de púrpura y empiezan a mover la cruz para integrarse a los centenares de reverentes “cucuruchos” que han salido de la iglesia acompañados por una banda de pueblo.

 

Néstor y sus acompañantes arrastran la cruz por trechos cortos y se paran por unos segundos, para seguir adelante; así, la travesía por el centro histórico de Quito durará unas cinco horas. El público a los costados, mira con indiferencia o con sobrecogimiento y los turistas toman fotos con sus celulares.

 

Para mí, merece mucho respeto el enorme esfuerzo de este grupo de jóvenes que honran la memoria de su padre. Para ellos, este sacrificio es un compromiso familiar, no piden al cielo nada ni buscan perdón.  Cargan su cruz con compromiso y naturalidad, con la fe del pueblo sencillo que raya en ingenuidad.  Esta es mi gente.

 

Yo les sigo pacientemente detrás de la multitud.

 

Escrito por: Ernesto Ortega.

EL "CABEZA PLANA" Y SUS ORQUÍDEAS

 

Fanny y sus amigos viajaban alegremente por la carretera Calacalí- La Independencia, al noroeste de Quito. A los 45 minutos de la ciudad descubrieron la Reserva orquideológica Pahuma, y todos quisieron conocerla.

 

René Lima, un guía especializado les relató que este bosque nublado es parte de la reserva natural Mindo-Nambillo y propiedad de la familia Lima.  Se ha convertido en  ejemplo de gestión privada en proyectos turísticos y de conservación.

 

Cruzando la carretera, los visitantes  quedaron fascinados con las orquídeas y decenas de colibríes que revoloteaban alrededor de los bebederos. En esta zona habitan 12 especies únicas de colibríes además de 170 especies de aves, entre ellas el gallito de la peña.

 

Pahuma es una reserva de orquídeas con 650 hectáreas y 7 senderos naturales ubicado entre los 900 a 2.100 metros sobre el nivel del mar y con un clima  entre 18 a 24 grados centígrados. Su variedad de microclimas favorece la conservación de 260 especies de orquídeas de montaña, 9 de las cuales son endémicas, entre ellas: bromelias, la dracula y la bailarina, cuenta el guía.

 

Ecuador es oficialmente el país de la orquídeas y el más diverso el mundo. Esta zona no se congeló durante la última edad de hielo, hace 2 millones de años y se convirtió en un refugio de flora y fauna que sobrevivió y repobló el continente.

 

En estas montañas habitan pumas, oso de anteojos, guantas, venados y otros mamíferos en peligro de extinción. Tambien podemos encontrar gran variedad de anfibios, reptiles e invertebrados.

 

Este gran jardín botánico tiene 3 cascadas y pozas de agua natural donde los yumbos, indígenas originarios,  realizaban sus baños rituales. La cascada Shunguyacu (Corazon de agua) tiene una caída de 80 metros,  la Pacaya o Escondida, 45 metros y Gallito de la Peña, 20 metros.  Son ideales para deportes de aventura como los descensos al rappel por  superficies verticales o canyoning, cruzando al otro lado con cables y poleas.

 

En los orificios de las rocas húmedas de la cascada Gallo de la peña, anidan las hembras de esta hermosa ave de cresta roja, permitiendo ganar por cuarto año consecutivo el Conteo mundial de aves, patrocinado por la revista especializada Audubon. Es el paraíso de los birdwatchers (observadores de aves), manifiesta René, orgulloso.

 

Un atractivo especial es el Sendero del yumbo, un camino milenario usado por estos nativos para vender sus productos entre la sierra y la costa, que lleva hasta la cresta del cerro a 2.600 metros de altura.

 

Recientemente, el Consejo Provincial de Pichincha, ha diseñado la Ruta de las orquídeas, incluyendo a Pahuma entre los lugares por visitar.

 

Pahuma ofrece guias especializados, un área para acampar y un centro de visitantes, asi como también hospedaje y servicio de restaurante.

 

Escrito por: Ernesto Ortega

EL HOMBRE DEL CABALLITO

 

En el parque de El Ejido encontramos a un personaje popular a quien conocen generaciones de quiteños.  Un hombre pintoresco que asociamos a nuestra niñez, él es Don Guillermo Rivera.

 

Su oficio lo mantiene por mas de 72 años.  Natural de Urcuquí,  Provincia de Imbabura, nació en 1926 y actualmente tiene 93 primaveras. De origen humilde pero de extraordinarias habilidades, ha sido agricultor, jefe de cuadrilla en la construcción del Palacio Legislativo, del Estadio  Olímpico Atahualpa y la Cervecería La Victoria. Pero también elaboraba sus propios zapatos y cosía sus propios trajes.  Fue peluquero, soldador, fabricante de caballitos de cuero; pero lo mejor, fue el primer fotógrafo que realizó fotos a color en Quito.

 

¿Cuál de nosotros no se tomó fotos montado sobre un caballito de cuero en El Ejido? Pues bien, el fotógrafo era Don Guillermo.  El llegó a retratar  a más de cien personas diarias.  Eran otros tiempos donde las familias venían a recrearse a este tradicional parque.

 

Hombre de costumbres sanas, a base de trabajo y ahorro llegó a ser propietario de algunas propiedades en La Tola y San Juan, buses urbanos y varios taxis además de los vehículos familiares.

 

A este típico personaje quiteño, aún puede usted encontrarlo a la entrada de El Ejido acompañado de su hijo Jorge, que también es fotógrafo.

 

Don Guillermo no teme el futuro porque cree que ha hecho lo mejor de su vida. ¿Y cómo no? ¡Si hasta llegó a construir su propia casa en Urcuquí antes de terminar sus estudios primarios! Todo un referente de trabajo y voluntad.

 

Escrito por: Ernesto Ortega

EL PREFECTO DE PICHINCHA GUSTAVO BAROJA SE REUNE CON LOS MIEMBROS DEL OBSERVATORIO NACIONAL DE MOVILIDAD HUMANA

 

QUITO,02 DE MARZO DE 2018:

 

El Gobierno Autónomo Descentralizado de Pichincha representado por  el prefecto, Gustavo Baroja, se reunió con los Miembros del Observatorio Nacional de Movilidad Humana previo a la solicitud realizada por el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, en cumplimiento a lo establecido en el artículo 95 de la Constitución Ecuatoriana y al  artículo 30 de la Ley Orgánica de Participación Ciudadana.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Esta reunión tuvo el carácter de enlace y es la primera de una serie de reuniones en las cuales se tratará sobre la ejecución de la Ley de Movilidad Humana y su reglamento, así como los acuerdos que dieron lugar a la Unidad de Movilidad Humana del GAD de la Provincia de Pichincha.

Por parte de esta Prefectura estuvo presente además del Prefecto Baroja, la Directora de Movilidad Humana (DMH), Geovanna Tipán, y por parte del Observatorio, Juan Carlos Lucero, Coordinador Nacional, Rubén Nono, Subcoordinador, Estela Sánchez, Secretaria; Ernesto Ortega, Marlene Salas, Miriam Clavijo y Graciela Miranda, integrantes.

 

La reunión comenzó con un análisis histórico de los principales beneficios que otorgó el anterior gobierno liderado por el Economista Rafael Correa, entre algunos citaremos los siguientes: el convenio de la Seguridad Social entre España y Ecuador, el Plan Bienvenido a Casa, el Voto en el Exterior, la creación de la Secretaría Nacional del Migrante, el asesoramiento jurídico gratuito dentro de los Consulados en España a las personas que fueron embargadas sus viviendas, entre otras.

 

Geovanna Tipán,  directora de la Unidad de Gestión de Movilidad Humana (UGMH), del Gobierno de Pichincha, resaltó el trabajo de la Prefectura en favor de los refugiados, asilados, migrantes retornados, etc.

 

La reunión concluyó con las palabras del Prefecto en las cuales manifestó que por parte de la Prefectura van a colaborar con el Observatorio de Movilidad Humana ya que su gestión está encaminada a brindar apoyo a las personas en peligro de exclusión social.

 

Marlene Salas N

Periodista comunitaria

Desde la izq. constan: Miriam Clavijo, Sthela Sánchez, Ernesto Ortega, Marlene Salas, Giovanna Tipán, directora de MH, el prefecto G Baroja, Graciela Miranda, Rubén Nono y Juan Carlos Lucero Coordinador Nacional.

Quito 26 de abril de 2018

 

LA CASA ÉGÜEZ PREMIÓ AL TALENTO ECUATORIANO

Espacio en Quito que acoge el arte y la lectura

 

El premio, La Linares es una mención honorífica, muy importante, en el mundo de los escritores, el acto de premiación se realizó, en el centro cultural la Casa Égüez ubicada en la calle Juan Larrea N 16-76 y río de janeiro el 21 de abril a, las 10:00, el premio fue para las  novelas más breve, Siberia y Paruso, sus escritores con mucho talento, Daniela Alcívar Bellolio y Carlos Vásconez.

 

La Novela Siberia, escrita por, Daniela Alcívar Bellolio fue una de las premiadas.

 

“Llevo en el  alma un tatuaje. El rostro de mi hijo, tan tranquilo que parecía dormido, piel oscura, largas pestañas, y cejas rubias. Un gorrito de hilo que lo habían puesto en la neonatología. Un kilo de tímida humanidad. Llevo en mi alma tatuados los dedos largos y prefectos de mi hijo, sus párpados cerrados sin fuerza, con la calma del más inocente sueño. La suave curva de su nariz, el contorno de los labios que temo estas olvidando”.

 

La novela Paruso, escrita por el escritor Carlos Vásconez fue otra novelas de las premiadas.

 

“Dejó que el lugar lo resolviera el azar, que era una buena fuente de ayuda, por lo menos eso aprendió en tantos años de supervivencia. El azar había traído a sus manos un martillo y al teléfono de Lucrecia la llamada de su marido, a quién iba a revelar en ese momento la verdad.– Por lo menos cuelga mi foto en la pared le había impuesto ella–, aquí nunca entra nadie a más de mí.

 

Y el martillo en mano, estaba dispuesto a clavar en la pared a regañadientes, pero prefería eso a que ella se rebelase al doctor Farías, su jefe, y le contase de aventura”.

 

Los ganadores Daniela y Carlos, agradecieron a la Casa Égüez, a sus padres, esposos, hijos, familiares, y amigos, por acompañarles en todo momento en tan importante acontecimiento, además agradecieron de manera muy especial, al escritor Iván Égüez, al jurado que lo conformaron: Leonado Valencia, Renata Égüez, y César Eduardo Carrión. Quienes explicaron que fue muy difícil decide las dos novelas tenían mucho talento, y falencias, pero eran muy atractivas para los lentores, al acto asistieron más de cien invitados.

 

También era la celebración del primer aniversario de la Casa Égüez, con gran alegría y muy emocionado, el escritor Égüez, resalto el apoyo  que en esa época recibió, del Ex Viceministro Fredy Peñafiel.

 

El escritor Égüez, hizo énfasis a la Campaña Nacional Eugenio Espejo, por los libros y la lectura, dijo que es una gran iniciativa que busca mejorar el comportamiento a los lectores ecuatorianos.

 

Estuvieron presentes los alumnos del taller de periodismo comunitario del Consejo Provincial de Pichincha, les interesaba saber el significado de la mención La Linares.

 

“La Linares. Obra escrita por el ecuatoriano Iván Égüez, es una obra que representa la realidad desde tres puntos de vista, histórica, barroca, y sátira. La obra es histórica ya que relata acontecimientos del pasado. Se le considera también como una obra de estilo barroco ya que tiene gran fluidez de palabra. Está novela tiene sátira social, crítica, caricatura igual que el desapego de las formas novelescas caducadas. Sin duda alguna esta obra reúne todos los requisitos para ser un completo éxito literario.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Nota.- En la foto constan de izquierda a derecha: Carlos Vásconez escritor de la novela “PARUSO”, Iván Ègüez escritor de la novela “SONATA PARA SORDOS” , Daniela Alcívar escritora de la novela “SIBERIA”

EL NOROCCIDENTE DE PICHINCHA UN PARAÍSO

VIVE UN SUEÑO MÁGICO Y UNA FANTASÍA

 

Quito, 04 de mayo de  2018

 

La Parroquia de Pacto es un paraíso donde la naturaleza ésta en su esplendor. Su gente amable acoge a los turistas con gran alegría.

 

Entre sus principales atracciones turísticas tenemos:

 

1. La Cascada Gallito de la Peña: ésta ubicada en el cantón Quito a un kilómetro de la parroquia de Pacto, y a menos de un kilometro de Gualea, en la vía La Armenia sobre el puente del río Chirapi, es un espacio natural, propiedad de la comunidad de Pacto; representa el ingreso al paraíso de las cascadas, para llegar se debe  seguir por la orilla del rio que zigzaguea, en este sendero hay vados de diferentes diámetros, algunos profundos y otros de poca profundidad ideales para que jueguen los niños.

La pequeña caída de agua es de 5 metros que forma una fosa de igual tamaño y además está dentro de una selva virgen.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

2. La Cascada del Progreso: Un sueño  espléndido en paraíso ecuatoriano,  de propietario desconocido , su ubicación está muy cerca  del pueblo El Progreso, para llegar desde Pacto, se va por la vía que llega al poblado del Progreso, detrás de las escuelita por un sendero que llevará  a la  cascada, son aproximadamente 45 minutos. Es aconsejable ir con un guía.

 

En el pequeño pueblo del Progreso sus casitas de madera tienen colores llamativos que muestran la alegría del sector, además tiene una flora  hermosa y pintoresca, y una gran  variedad de insectos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

3. La Cascada Mariposa Azul: Su propietario es Don Fabián Andrade, cuida con gran cariño y esmero su Mariposario, da la sensación de estar en el cielo junto a gran variedad de mariposas azules, es un lugar natural.

Para llegar se pasa por el pueblo La Delicia desde Pacto aproximadamente unos 20 kilómetros, se llega al sendero y se camina 30 minutos para llegar a la cascada, al ingreso por la puerta está la caída de agua de 50 metros que baña la pared de roca.

En el sitio la diversidad de la flora es espléndida y es incontable el número de insectos.

 

 

 

Pacto te ofrece seguridad, acompañamiento,

confraternidad y muchísima alegría.

 

 

 

 

 

 

 

Marlene Salas Narváez.

PERIODISTA COMUNITARIA

 

 

 

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